sábado, 3 de agosto de 2013

De pandillero a estrella de fútbol

Los hinchas peruanos se han enterado que viene al Perú, el máximo ídolo del fútbol peruano. Carlos,  ha sido galardonado con el botín de oro, por ser el mejor jugador de fútbol a nivel mundial, y viene  para jugar  junto a grandes estrellas del ámbito local,  un partido benéfico,  organizado por una ONG, que se encarga de ayudar a los  niños de los pueblos más pobres. El aeropuerto era un loquerío todos querían tomarse fotos con su ídolo, Carlos saluda y se despide apresuradamente. 

Carlos tiene que realizar varias visitas a muchos lugares y uno de esos lugares es el pueblo donde él una vez vivió. El viaje le trajo muchos recuerdos, recuerdos tristes y alegres. La comitiva se detuvo en la escuelita, “Jesucristo Redentor”.  Los estudiantes y profesores estaban esperándolos con una gran recepción.

Carlos decide alejarse por un momento de la recepción, pues quiere  visitar los ambientes de la escuelita, cada pasadizo, cada aula  le traía recuerdos, estaba contento de ver a su escuelita renovada. Se detuvo en un ambiente, para escuchar la conversación de un grupo de estudiantes del nivel secundario, se sorprendió cuando los escuchó decir:  El estudio es cosa de tontos, dijo Mario;  estudiar no tiene sentido, yo no entiendo porque nuestros padres se empecinan en mandarnos aquí para perder el tiempo, replicó Santiago; yo,  ya le he dicho a mi mamá, que voy a  dejar los estudios, ella se ha molestado, pero mejor me consigo un trabajo;  gano dinero, y  vivo la vida vacilándome con mi cuates, respondió Luís.

Carlos entró intempestivamente al aula y les dijo: eso mismo decía yo cuando tenía su edad, sólo pensaba en divertirme y vivir mi vida, para olvidarme de los problemas, pero eso no me llevó a nada bueno.  ¡Tú que sabes de problemas!, ¡tú que sabes de pobreza!,  si vives lleno de comodidades; le respondió Luís, Carlos le contestó: la mitad de mi vida la pasé aquí, y conozco los corazones humildes pero maravillosos de la gente de este pueblo. Luís y sus compañeros sorprendidos por la respuesta de Carlos le preguntaron ¿tu viviste aquí? Sí, respondió Carlos.
  
Mi madre quedó embarazada a los 14 años, se enamoró de un hombre mayor, quien la abandonó cuando se enteró que estaba embarazada, ella  al verse sola y abandonada, tuvo que huir de su familia. Sola y lejos de casa tuvo que trabajar para poder mantenernos,  trabajaba de día y  de noche; de día como barrendera de calles y de noche en una fábrica, nosotros casi no la veíamos,  vivíamos encargados en las casa de los vecinos, quienes nos querían como a sus hijos.

Cuando cumplí trece años, le dije a mi mamá que iba a dejar los estudios porque era una pérdida de tiempo, que prefería trabajar y ganar mucho dinero para salir de la vil pobreza en la que vivíamos, mi madre se molestó mucho, así que, me fui de mi casa. Lejos de casa me sentía liberado,  la mayor parte del tiempo la pasaba con mis amigos, con ellos aprendí a beber licor, a drogarme y a robar. A los 15 años, fui apresado por la policía, porque me encontraron robando; recuerdo que llegó mi hermana con unas vecinas para sacarme de la cárcel, mi hermana, le lloró y le imploró al comisario que me deje libre, porque mi mamá estaba en el hospital, y gritaba mi nombre. El comisario se compadece de mí y me deja libre.
Al ver a mi madre inconsciente, me arrodillé a ella y le pedí perdón. Fui a la capilla y oré a Dios para que la sane, le prometí que si él la sanaba, yo iba a cambiar mi forma de vivir. Después de varios días el doctor nos dijo que ya podíamos llevar a mi madre a la casa, los vecinos le habían preparado una pequeña fiestecita.

Yo cumplí lo que le había prometido,  regresé a la escuela, me gustaba mucho el fútbol;  jugaba en el equipo de la escuela, mis compañeros y yo practicábamos todas  tardes.  Nuestra meta era ganar los juegos deportivos escolares.
Ganamos el torneo en la etapa regional,  nos preparamos para competir en la etapa  macroregional, fue duro y complicado  esos partidos pero al final los ganamos,   clasificamos a la etapa final. Mis compañeros y yo nos preparábamos día y  noche para hacer una buena actuación en Lima.

 Lo más hermoso de Lima, fue conocer el estadio nacional, me parecía un sueño estar allí.  El primer partido lo perdimos por 1 a 0, nos sentimos frustrados, pero el profesor nos dio ánimos para seguir luchando, el siguiente partido fue muy duro pero vencimos 2 a 1 eso nos ayudó anímicamente porque los siguientes partidos los ganamos, y clasificamos  a la final.
La final fue muy intenso teníamos al frente a un gran rival,  que tampoco quería dejarse ganar, teníamos que dejar todo nuestro esfuerzo en la cancha y así lo hicimos, yo,  hice mis mejores jugadas y realicé los dos goles con los que ganamos al equipo contrario. Nos premiaron con la medalla y la copa de oro.

Un dirigente del Cristal fútbol Club, habló con mi mamá, y le dijo que estaba muy interesado en mí. Al comienzo mi madre no quería que yo siguiera jugando pero después aceptó y nos tuvimos que ir a vivir  a Lima. Estuve en el equipo de menores hasta los 17 años, luego debute en la profesional y llegue hacer el goleador del torneo por tres temporadas, hasta que mi equipo me vendió a un equipo argentino, yo acepté el pase pues quería triunfar en el extranjero esa era mi meta. Salí campeón vistiendo la camiseta de Junior Club de Argentina en dos oportunidades  fui su goleador estrella, la vida me tenía preparada más sorpresas, pues el Junior Club vendió mi pase a un equipo español al Gran Real de España, desde ese año hasta hoy que tengo treinta años juego en ese club.

Al terminar, Carlos notó que Luís estaba llorando y le pregunta ¿por qué lloras? Luís le responde, escuchaba tu historia y pareciera que escuchaba la mía,  y  le preguntó,  crees que nosotros  podamos tener un futuro maravilloso como lo tuviste tú. Carlos los miró y les dijo: estoy seguro que sí, crean en ustedes mismos, y nunca se dejen vencer por los fracasos; confíen y regocíjense  siempre en Dios y en  los que más los quieren. Pero lo más importante nunca, nunca  dejen, que los vicios y los malos amigos les roben sus sueños.  


1 comentario:

  1. están muy bonitos los textos de la blog, me han gustado por las grandes enseñanzas que nos dejan y nos hacen reflexionar. gracias prof por invitarme a visitarla

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